Si queremos que nuestra actividad en el medio natural sea segura, debemos acostumbrarnos a seguir el guion de planifica, equípate y actúa con prudencia.
Los dos primeros pasos (planificar y equiparse) debemos hacerlos en casa, antes de salir, y realizarlos correctamente nos permitirá realizar el tercer paso (actuar con prudencia) con ciertas garantías.
Muchos de los accidentes y rescates que se producen tienen su causa en una mala planificación y/o en una falta de capacidad técnica suficiente para superar con garantías la actividad propuesta. También la toma de decisiones sobre el terreno (a veces algo tan sencillo y tan difícil de poner en práctica como es darse la vuelta cuando se ve que las cosas no van como estaban programadas) suele estar detrás de bastantes de los rescates.
Planificar es la primera toma de contacto con la actividad, el momento de empezar a imaginarla y, por lo tanto, disfrutarla. Es también un proceso educativo, en el que deberíamos implicar a los que menos saben o a los que nos van a acompañar. ¿Sabes dónde puedes informarte para preparar una ruta?
Este paso nos tiene que permitir hacernos una idea de las características de la actividad y las condiciones en las que nos la vamos a encontrar:
- Escoger una actividad, evitando improvisar. Calcular y/o buscar los datos básicos de la misma: desniveles y distancias, tiempos -horarios-, dificultades técnicas específicas.
- Consultar la predicción meteorológica y las condiciones de la montaña: ¿me va a llover? ¿cuál será la temperatura mínima? ¿queda nieve en el recorrido? ¿cómo van los caudales?
- Preparar un plan alternativo: por si una vez sobre el itinerario nos damos cuenta de que no es prudente seguir el plan inicial y queremos aprovechar el día con una actividad menos exigente.
- Dejar aviso de adónde vamos, con quién, y el horario que tenemos pensado seguir, para facilitar que salte la alarma si algo nos sucede y no podemos regresar por nuestros propios medios.
La Utilidad MAPA te permite crear una completa ficha de tu actividad, con cartografía incluida. Te sirve a ti para poner sobre el papel tu trabajo de planificación, pero también te es de gran utilidad para remitirla al resto de los participantes. De este modo todos estarán informados y sabrán las características y exigencias de lo que se proponen.
Equiparse correctamente
Tan importante como planificar es preparar el equipo que vamos a necesitar. Todo lo que no hayamos echado a la mochila no lo podremos utilizar, así que aunque ya sabemos que todo pesa, intenta no regatear con tu seguridad.
En montaña segura tenemos un juego para “practicar” las habilidades de equiparse correctamente, ¿lo conoces? Es nuestro juego “Equipa al montañero“.
- Ropa y calzado adecuado para la actividad. Siempre ropa de abrigo, incluso en verano.
- Chubasquero/cortavientos para protegernos de las condiciones meteorológicas, incluso en pleno verano.
- Protección contra el sol y las temperaturas, tanto las altas (crema, gafas, gorra) como las bajas (guantes, gorro…).
- Botiquín con manta térmica: para curar pequeñas heridas y solventar algunas incomodidades.
- Teléfono móvil con la batería cargada y otra de repuesto, para comunicarnos.
- Mapa, brújula y GPS (este último opcional) para orientarnos: saber dónde estamos, cuanto nos queda y dónde están las opciones alternativas que hemos preparado.
Habrá cosas que quizás (¡ojalá!) nunca llegues a utilizar pero, por precaución, siempre se deben llevar: es ese material de seguridad que está ahí por si acaso.
Actuar con prudencia
Nada saldrá bien si aún habiéndonos preparado para la actividad a conciencia, una vez estemos sobre el terreno no dedicamos un tiempo a valorar cómo se va desarrollando todo y tomamos las decisiones adecuadas.
Para el día de la excursión te recomendamos:
- Inicia la actividad a una hora prudente: déjate un margen de por lo menos dos horas entre tu regreso y el anochecer por si os retrasáis o requerís de un rescate…
- Valora al resto del grupo de manera constante: asegúrate de que todos van bien y disfrutando.
- No separes al grupo ni dejes a nadie solo. Si eres tu el que decide ir solo, sigue estas recomendaciones para montañeros solitarios.
- Comprueba que la meteorología no supone un riesgo: ya sabes que las predicciones son eso: predicciones, no certezas
- Consulta los mapas de manera frecuente: en todo momento debes saber dónde te encuentras.
Si cualquiera de estos aspectos no van como tú tenías previsto, no lo dudes: cambia de plan, toma la opción del plan alternativo (ese que has preparado cuando planificabas) o date la vuelta y regresa.